En ICIRED, como sabéis, tenemos como objeto el recobro de deudas con la publicación del deudor en nuestro fichero de morosidad. A lo largo de nuestros años de existencia, hemos ido acumulando experiencia y aumentando conocimientos sobre los métodos que más eficacia presentan y los tipos de deudores con los que nos encontramos. Hay morosos esporádicos, los hay involuntarios, imprudentes, dolosos… Pero existe una clase de deudor que es el que, por lo general, más problemas suele crear a nuestros clientes y a nosotros mismos para lograr el cobro de lo debido: es el moroso habitual o, por llamarlo de algún modo, el profesional de la deuda. Está claro que este tipo de moroso nos va a poner las cosas difíciles pero, en todo caso, también existen formas de cobrar a morosos experimentados.

Cada tipo de deudor merece un matiz diferente a la hora de desarrollar la técnica más eficaz para conseguir que pague lo que debe y, desde luego, los morosos habituales son los que más atención exigen. Continúa leyendo este post y te explicaremos cuáles son las características de esta clase de deudor y cuáles son las técnicas que puedes poner en práctica y las que debes evitar, a la hora de enfrentarte a él.

Índice de contenidos del artículo:

Los morosos habituales, quiénes son.

¿Qué tipos de morosos nos podemos encontrar?

Como explicábamos al inicio de este artículo, y como puedes ver en nuestro post “¿Cuántos tipos de deudores hay?”, no todos los deudores responden al mismo patrón, por lo que las formas de cobrar a morosos, según sean de un tipo u otro, también habrán de ser diferentes.

formas de cobrar a morosos

De este modo, podemos encontrarnos, sin querer hacer un listado cerrado, casos de impago involuntario debido a una situación coyuntural del cliente, como algún problema económico más o menos pasajero. También es muy frecuente que el impago se produzca de manera voluntaria, pero no porque exista una actitud del obligado al pago contraria a cumplir con su parte, sino porque exista algún desacuerdo en el modo en el que se ha prestado el servicio, provocando su negativa a cumplir con el pago. También encontramos al deudor irresponsable, el que no tiene una llevanza adecuada de sus cuentas y, simplemente, se le pasan los vencimientos para los pagos y destina activos dinerarios a otros fines (como inversiones en su propia empresa o nuevas contrataciones) sin advertir que tales activos deberían ir dirigidos, antes que nada, a satisfacer las deudas pendientes y/o olvidadas.

las formas de cobrar a morosos, según sean de un tipo u otro, también habrán de ser diferentes

Ninguno de los tipos de deudor que acabamos de mencionar, pertenece a la categoría de moroso habitual en el sentido que queremos transmitir y que, a continuación, expondremos. Esos anteriores tipos requieren unas formas de cobrar a morosos específicas:

– En el caso del deudor involuntario, como hemos dicho se trata de un cliente que desea cumplir con su obligación de pago pero que, por razones de diversa índole, normalmente relacionadas con problemas financieros o de que, a su vez, esté sufriendo impagos, se ve obligado a retrasarse en el pago. Y decimos retraso porque, efectivamente, este tipo de deudor no suele dar lugar a un impago definitivo, sino a esperas más o menos largas hasta que lleva a cabo el abono de lo debido. Teniendo en cuenta todo esto, las formas de cobrar a morosos que empleemos habitualmente deberán adaptarse a las características que presenta el deudor involuntario, máxime si se trata de un buen cliente con el que podemos seguir contando para el futuro. De este modo, podrá ser apropiado tener cierta paciencia y conceder facilidades para el pago: aplazamientos o incluso quitas.

Eso sí, estas facilidades en las formas de cobrar a morosos involuntarios no deben resultar excesivas hasta el punto de que presentemos una imagen de desidia en la actividad de recuperación de impagos. Recuerda que la reputación es uno de los elementos de prevención de impagos más poderosos y, si se extiende una imagen de ti o tu empresa de excesiva suavidad o indolencia a la hora de reclamar lo que se te debe, se producirá un efecto llamada para potenciales morosos o animará a que cualquier cliente, ante alguna dificultad económica, retrase en primer lugar los pagos que se te deben a ti. Por eso, es imprescindible que apliques, con toda seriedad, tus protocolos de reclamación de deudas también en este tipo de retrasos, con los matices que hemos indicado de alguna mayor facilidad y paciencia.

– En los casos de desacuerdos en la prestación del servicio, en las formas de cobrar a morosos que se niegan voluntariamente al pago por considerar que el servicio que se les ha prestado no es el contratado o se ha realizado fuera de plazo, encontramos las situaciones que más tensiones suelen provocar entre una y otra parte. Partimos de la base de que, siguiendo las prescripciones del Código Civil, nadie está obligado a reclamar al otro el cumplimiento de su parte si no ha cumplido con la suya. Desde el punto de vista judicial, la solución es sencilla: si quieres demandar a alguien para reclamar que cumpla con la prestación del servicio contratado, debes haber cumplido previamente con el pago y viceversa. El problema es que, extrajudicialmente, las cosas no suelen resultar tan fáciles de definir: normalmente, cuando el cliente considera que no se ha realizado el trabajo adecuadamente, retiene el pago. Paralelamente, el proveedor del servicio, que sí entiende que ha cumplido con su parte, exige el pago y, de este modo, la situación se bloquea indefinidamente.

En estos casos, lo ideal es posponer el inicio de cuantas formas de cobrar a morosos, extrajudiciales o judiciales, dispongamos, hasta después de haber agotado todas las vías de diálogo posibles. Este diálogo debe ir dirigido a concretar cuáles son las quejas del cliente y si es posible que tenga razón en parte, pudiendo, en este caso, llegar al acuerdo de concluir el trabajo o repararlo, o bien de compensar económicamente en la factura a emitir.

Si no se llega a ningún acuerdo y el proveedor del servicio considera que el trabajo está correctamente realizado y que puede acreditarlo, está claro que podrá comenzar cuantas acciones de reclamación estén en su mano con toda la contundencia de que sea capaz, sin perjuicio de que, una vez realizado el pago, el cliente pueda reclamarle, incluso judicialmente, el correcto cumplimiento, probando la falta de ese cumplimiento o que se ha llevado cabo defectuosamente.

– Las formas de cobrar a morosos irresponsables debe ser más contundente que para el deudor involuntario, aunque sin emplear tampoco los mecanismos más duros de reclamación desde el principio ya que, al igual que ocurre con el involuntario, este tipo de deudor puede ser un buen cliente y resultar una interesante fuente de beneficios, sin que sus incumplimientos sean del todo voluntarios sino más bien imprudentes, fruto de su mala o desordenada gestión.

Con este tipo de clientes habrá que mantener un control estricto, contactando con ellos para recordar el retraso en el pago tan pronto como éste se produzca, de modo que el cliente detecte el impago cuando, de otra manera, quizás, ni siquiera habría sido consciente del mismo hasta pasado más tiempo, pero ofreciendo, a la vez, similares facilidades de pago a las anteriormente mencionadas, para el caso de necesitarlo el cliente.

¿Qué entendemos por moroso habitual?

Desde luego, las características del deudor voluntario, el auténtico moroso profesional, no coinciden con las de los descritos anteriormente y, por tanto, las formas de cobrar a morosos de este tipo también habrán de adaptarse.

El moroso al que aquí hacemos referencia, es ese tipo de cliente que va dejando a deber dinero en toda relación comercial que mantenga, obteniendo financiación personal o para su negocio precisamente del dinero que deja de destinar al pago de facturas debidas. Engaña conscientemente al proveedor del servicio, ofreciendo una aparente imagen de confianza, y trata de obtener el mayor número de productos o la mayor cantidad de servicios posibles antes de que aquél le corte el suministro por falta de pago.

El moroso al que aquí hacemos referencia, es ese tipo de cliente que va dejando a deber dinero en toda relación comercial que mantenga, obteniendo financiación personal o para su negocio precisamente del dinero que deja de destinar al pago de facturas debidas

Se trata de un especialista en todas las formas de cobrar a morosos que existen y en la manera de esquivarlas. Utiliza triquiñuelas de todo tipo para retrasar los procesos de reclamación extrajudicial o judicial y, cuando existe una sentencia condenatoria, usa mecanismos para aparecer como insolvente formalmente o para dificultar el embargo de cuentas o bienes.

Se trata de un deudor escurridizo y desesperante ¿Qué podemos hacer para evitar toparnos con un cliente así o para intentar el cobro de la deuda en caso de que ya hayamos sido víctimas de uno? En el siguiente epígrafe te damos algunas claves.

Formas de cobrar a morosos habituales y de evitarlos.

¿Cuáles son las posibles formas de cobrar a morosos profesionales?

Damos por sentado, y es perfectamente entendible, que uno no reconoce sin más al cliente que va a resultar ser un moroso profesional. Es más, lo más habitual es que, siendo un deudor experimentado, emplee su experiencia en este campo para hacernos creer que va a ser un cliente impecable y que nos va a reportar grandes beneficios.

Por estos motivos, más allá de lo que luego diremos respecto a las posibilidades de prevención, pocas posibilidades de hacer nada vamos a tener en estos casos, una vez que ya se ha contratado con estas personas, hasta que el impago se ha producido y, transcurridas las primeras actuaciones de reclamación, descubrimos que con quien estamos tratando es un auténtico experto en incumplimientos de pago. A partir de este momento, deberemos emplear las formas de cobrar a morosos más estrictas posibles.

Sin entrar en muchos detalles (puedes tener más información sobre las técnicas de recobro en nuestro post “Cobrar a clientes morosos: las cinco armas del recobro”), estas estrategias pasan por transitar rápidamente por la fase “amigable” de conversaciones previas, que con deudores de este tipo no suelen producir ningún resultado positivo, para llegar cuanto antes a la realización de un requerimiento formal, a ser posible de los que dejan constancia fehaciente de su envío, contenido y recepción (burofax con acuse de recibo y certificación de texto o requerimiento por vía notarial). Un requerimiento de estas características nos permitirá interrumpir el plazo de prescripción de la acción judicial para la reclamación de la deuda; la obtención de un envío que ostentará valor probatorio en cuanto al agotamiento de las posibilidades extrajudiciales, en un hipotético juicio; y el mensaje al deudor de que va a tener que esforzarse realmente para eludir tus intentos de cobro, porque vas a apurar todas las vías que existan para lograrlo.

Hoy en día, dentro de las formas de cobrar a morosos de este tipo, es posible también el uso, con antelación a la interposición de la demanda o con posterioridad a la obtención de una sentencia favorable, de un fichero de morosidad para incluir en él al deudor

Al analizar estas formas de cobrar a morosos experimentados, hemos de tener en cuenta que este tipo de personas, en cuanto se empiezan a ver perseguidos o presionados por los acreedores, suelen cambiar de domicilio social la empresa mediante la que actúan, o simplemente emplean artimañas para no recibir las cartas certificadas, burofaxes, etc, como podría ser simplemente decirle al cartero que se ha equivocado de dirección. Por este motivo, conviene ser ágil y rápido para enviar el requerimiento formal y dejar constancia de que lo recibe, antes de que comience a desarrollar tales estrategias.

formas de cobrar a morosos

En todo caso, sin perjuicio de lo anterior, es de suponer que este tipo de reclamación no convencerá, de ningún modo, al deudor habitual para que lleve a cabo el pago. Ante esta situación, tradicionalmente, los acreedores se veían obligados a acudir directamente a la vía judicial, con la incertidumbre respecto al cobro final que anteriormente mencionábamos. Hoy en día, dentro de las formas de cobrar a morosos de este tipo, es posible también el uso, con antelación a la interposición de la demanda o con posterioridad a la obtención de una sentencia favorable, de un fichero de morosidad para incluir en él al deudor, sea persona física o jurídica. De este modo, perjudicaremos de tal modo su imagen de solvencia, facilitando que cualquiera que vaya a contratar con él pueda saber que tiene historial de impagos, que no podrá seguir operando con tranquilidad en el mercado, por lo que se ve obligado a pagar la deuda si no quiere tener que cerrar esa sociedad, abrir otra y así sucesivamente, con los costes y riesgos legales que ello conlleva.

Este fichero de morosidad abierto al uso por parte de cualquier persona, empresa, autónomo o particular, es ICIRED, que permanece, del mismo modo, abierto y también gratuito en cuanto a las posibilidades de consulta de los datos incluidos en él.

Por supuesto, no hay que descartar también el recurso a la vía judicial, aunque nuestra recomendación es agotar las formas de cobrar a morosos habituales de tipo extrajudicial, ante las inseguridades que en estos casos se presentan en cuanto a que finalmente se logre cobrar.

¿Cuáles son las posibilidades de prevención frente a este tipo de morosos?

Como hemos dicho, es difícil detectar a estos morosos experimentados, ya que se ocupan de intentar ocultar su estela de impagos y se presentan como el cliente perfecto.

Desde ICIRED, no tratamos tanto de facilitar medios para reconocer al cliente que puede resultar ser un moroso profesional, como de evitar que dicho moroso quiera contratar con nosotros, ¿cómo? Existen unas denominadas cláusulas de salvaguarda (se facilitan gratuitamente en nuestra web) que se pueden introducir en los contratos con los clientes, y en las que se aclara que, entre las formas de cobrar a morosos usadas, se encuentra la inclusión en el fichero de morosidad ICIRED, de modo que, en caso de incumplimiento de alguna obligación de pago, se autoriza a hacer uso del mismo.

Desde ICIRED, no tratamos tanto de facilitar medios para reconocer al cliente que puede resultar ser un moroso profesional, como de evitar que dicho moroso quiera contratar con nosotros

Del mismo modo, la propia posibilidad de consultar el fichero para conocer si la persona con la que se va a contratar ha dejado impagos (cuestión que también se advierte en la cláusula de salvaguarda), permite al proveedor del servicio conocer los antecedentes del posible cliente.

Si te has encontrado en alguna situación en la que hayas tenido que emplear formas de cobrar a morosos experimentados y quieres compartir con nosotros tu experiencia, escríbenos en la sección de comentarios de este post. Si deseas recibir algún tipo de consejo sobre este asunto, también puedes contactar con nosotros y te atenderemos sin problema. Nos encontrarás en nuestra web www.iciredimpagados.com, donde verás un chat en la parte inferior izquierda de la pantalla; en nuestro número de teléfono gratuito 912 668 043, o en la dirección de correo electrónico contacto@iciredimpagados.com. En horario laboral, cualquier día entre semana, podrás comunicarte con nosotros y, en cualquier otro horario y día, dejarnos tu mensaje para que te leamos y contestemos a la mayor brevedad.

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